Limpieza diaria de suelos y paredes cerámicas

Mantener un suelo o un revestimiento cerámico no es complicado. Ni el agua, ni la humedad, ni la luz del sol lo estropean. Sin embargo, sí que necesitan de ciertos cuidados para que sigan teniendo buen aspecto. En esta ocasión hablaremos solo de la limpieza diaria, ya que la limpieza después de una obra o reforma con restos de cemento o yeso debería de ser más exhaustiva.

En el día a día, hay que tener en cuenta que la cerámica es un material con poca absorción, por tanto el producto de limpieza que utilicemos se queda en la superficie y es fácil que si no se emplea de forma adecuada, especialmente si usamos mucha cantidad de producto, queden algunas marcas o huellas. Para que el resultado sea perfecto, debemos utilizar agua limpia junto a algún jabón neutro, pero siempre sin utilizar mucha cantidad de detergente. Para una limpieza ligera, simplemente con agua y la fregona bien estrujada conseguiremos que el suelo luzca perfecto. En suelos de gres o cerámica convencional, el agua y el amoniaco son suficiente mientras que para gres porcelánicos, simplemente retirando el polvo con una mopa y fregando con agua tibia, nuestro suelo se mantendrá brillante.

Si por el contrario, tenemos que enfrentarnos a manchas más resistentes, como las de grasas o bebidas, habrá que emplear productos específicos desincrustantes y quitamanchas. En estos casos verteremos el producto directamente sobre la macha, dejaremos actuar unos minutos y frotaremos con un estropajo o un cepillo de cerdas de plástico, nunca metálicas. A continuación, aclararemos con agua y limpiaremos con el producto habitual. Estos líquidos quitamanchas tienen un nivel de acidez alto por lo que solo deben emplearse en casos puntuales.

Hay que tener en cuenta siempre las recomendaciones del fabricante a la hora de limpiar nuestro pavimento o revestimiento. Si tienes cualquier duda sobre la limpieza de tu suelo o pared de Keraben Grupo, ponte en contacto con nosotros y te aclararemos todas las dudas.